Estaba caminado con el pensamiento puesto en temas de la actualidad deportiva, después de ver el entretenido juego entre Francia y Bélgica, claro está con el triunfo de la selección francesa por un gol,...cuando de pronto veo tirado un pequeño lápiz, que lo recojo para llevarlo y ponerlo en mejor lugar.
Esta experiencia me dió inspiración para escribir esta nota, y va referido al aprecio que debemos poner de manifiesto con aquel bello a la vez sencillo instrumento que marca el inicio de todas nuestras ideas. Y cuando aprendamos a valorar la sencillez, las cosas simples y los detalles mínimos, habremos recuperado la modestia que estamos perdiendo o cambiando por la vanidad y la ostentación de las apariencias.
No seamos ingratos con los lápices, más bien seamos amantes de ellos y ofrezcamos los cuidados y la utilidad que ellos merecen. Nuestro programa PLC estimula a las personas que expresen cariño y consideración y no permitirá que hayan lapices tristes mi botados en las calles ni en los tachos de basura.
SI TIENEN UN PEDACITO DE LÁPIZ YA USADO, CONSERVARLOS EN UN CAJITA...nosotros sabremos elogiar y premiar esa actitud.
